TATUAJE

Tattoo o tatuaje

Con más de medio siglo a mis espaldas, creciendo en barrios periféricos y en la época de bandas, drogas y algo de la ruta del bacalao y nunca me llamaron la atención como para animarme.

 

No quiero decir que edad, lugar, épocas o vicios sean determinantes, aunque pueden afectar, sobre todo si no se es muy consciente de lo que se hace o te dejas influir por modas o personas que se puedan tener como referentes o con algo de admiración.

 

Tienen más de 5000 años de historia, se hacían y se hacen por diversos motivos, donde por supuesto influyen las culturas, las épocas o modas... tranquilos que no voy a explicar los orígenes ni los datos.

 

No soy especialista ni voy a descubrir nada, simplemente quiero expresar mi opinión o experiencia.

 

En mi barrio, Perales del Río, una vecina, digamos emprendedora, aunque lleva tiempo sacando sus proyectos adelante, no sin las dificultades típicas más las añadidas por crisis y pandemias, ha montado un estudio de tatuajes, que yo pensé, que valiente y arriesgado, pues es un lugar poco transitado, retirado de todo y con no mucha población (clientes en potencia).

 

Pues en los primeros días de apertura, veo un tatuaje que me llama la atención, un toque clásico como es el árbol de la vida, pero con un diseño particular y detalles exclusivos.

 

Me comenta la satisfacción o alegría, además veo el entusiasmo,  la ilusión y por supuesto el arte de la tatuadora, de tal manera que me planteo el porqué no, igual es el momento, pero no tengo claro que puedo dibujar en mi cuerpo que dé sentido a mi decisión, soy de los que analizan y necesitan una lógica antes de actuar o decidir casi cualquier cosa por insignificante que  pueda parecer.

 

Tardé unos días hasta que pensé que podía llevar conmigo a la compañera que durante más de 13 años me dio tantas enseñanzas, alegrías, paseos, algún que otro cabreo y un amor incondicional como pocos saben dar.

Una vez decido que mi Ximena es el dibujo, marca o imagen que me tatuaré, viene el dilema, que imagen me gusta más, cual es más adecuada, ¿quedará bien o será llevar a un perro tatuado?

No quiero llevar un perro, quiero a la mía, así que hago una selección de imágenes y voy a ver a la tatuadora, una chica joven aunque con más años de los que aparenta, con muchos tatuajes a la vista, que no me convencen, no por feos o mal hechos, sino porque no le encuentro el sentido que siempre busco, pero si son suyos, quién soy yo para buscarlo, tendrá o no el que ella haya querido, le comento que quiero a mi perra, que quede bien y que quién lo vea diga ¡Anda Ximena!

Y me responde que de acuerdo, con una seguridad y confianza que me transmite de tal manera que ya no me queda duda alguna, igual que analizo y dudo, a veces me dan esas sensaciones de claridad.

 

De las imágenes que me gustan y he seleccionado, ella se inclina por la que yo tenía mayor preferencia, tiene una expresión de tranquilidad y su oreja izquierda caída, característica de toda la vida, también es de una edad intermedia, no quería una de cachorra que son muy monos pero menos diferentes, tampoco muy mayor porque la relacionaría con su época menos activa, paseos más cortos, días que no quería salir, algún resbalón por fallarle alguna bisagra…

 

Pues queda la cita, este mes es de bastante trabajo para mí y ella, aunque el estudio lleva poco tiempo, afortunadamente  ya tiene  su agenda con algunas hojas completas, al final quedamos el  último  jueves de abril, que coincide con finde más lunes de fiesta, es mi primer tatu y tengo ese temor supongo que típico de los novatos, que si duele, que si se puede infectar, que si hay que cuidarlo…

Jueves 28, a las 5 de la tarde, pues calcula unas dos horas y media o tres, paso a la sala, con los nervios y emoción como si de una primera cita a ciegas se tratase, donde no sabes cómo empieza ni cómo acabará, tumbado en la camilla mientras ella se acomoda y me indica la posición adecuada para trabajar.

 

Empieza su trabajo, pendiente en todo momento, que si te duele, que cualquier cosa me dices, que si paro, que si quieres ir al baño, descansar… con los nervios quedo casi sin respirar, no vaya a moverme, sin hablar y abstraído de todo, bueno le digo que no duele, que me habían dicho más de lo que era, unas molestias a las que te acostumbras rápido, tal como va avanzando me voy relajando, me transmite confianza y empezamos a charlar y hablar con distensión como si nos conociéramos de hace tiempo, incluso por deformación profesional de tiempos pasados y recordando  a Serrat en "No hago otra cosa que pensar en ti" (Por cierto al techo no le iría nada mal una mano de pintura) en este caso algún retoque por ser techo desmontable de Amstrong.

Me he puesto en sus manos en un asunto  que para mí tiene mucha importancia, y veo que para ella también, supongo que los buenos artistas son exigentes y ella le da tanta o más importancia que yo, bueno entre historias y alguna risa con la que me regaña, que estoy apoyada en ti, avisa que vas a reír y paramos, eso me da más risa y paramos un minuto, bueno después de unas dos horas largas termina sin que yo haya visto nada, bueno al principio por curiosidad pero luego con la confianza transmitida esperé al resultado final

 

Supongo que cuando miré en el espejo y se me cayó la primera lágrima por la emoción de ver que había conseguido con creces lo que yo buscaba, le llenaría de satisfacción casi tanto como a mí.

Gracias a Reyes que por su tatuaje despertó mi interés, a Raquel de Twilight Tattoo Estudio por montar el local y traer a tan gran profesional, y por supuesto a la artista y gran persona Anouk, un placer ponerme en tus manos.

Mi tatuaje no es un dibujo, una marca o una moda, es sensibilidad, emotividad, corazón…

 

¿Qué es la vida sin sentimientos o locura?

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Comentarios: 3
  • #1

    Reyes (martes, 03 mayo 2022 22:32)

    Bonito relato. Nunca es tarde para hacer cosas que gusten y den satisfacción y si además se graba en la piel, va a perdurar en el tiempo, con lo cual, mejor que mejor. Además ahora veo a mi Xime cuando quiero ���.

  • #2

    Rosa (miércoles, 04 mayo 2022 10:00)

    Que bonitas palabras y bien expresadas. No es fácil transmitir sentimientos en un lienzo en blanco, pero tu lo has logrado. Mientras leía he podido transportarme a la camilla de la tatuadora y ver ese techo que describes, en el que podrían poner uno de sus trabajos, como publicidad o para entretener a la gente ;) he sentido el relato en propias carnes y me ha saltado otra lagrimita mientras te mirabas al espejo. Que maravilla sentirnos humanos sin vergüenza por mostrar nuestros sentimientos, eso nos hace más humanos todavía. Enhorabuena por tu relato y por ser como eres. Un abrazo enorme

  • #3

    Jose M. (miércoles, 04 mayo 2022 17:46)

    Gracias Reyes y gracias Rosa por vuestras palabras y vuestro apoyo.
    Besos.