Un simple paso

Lo primero dar las gracias a Raquel, directora de RGActivity, a Estefi, profesora y compañera, Maite, compañera y más compañera, y sobre todo a Reyes, mi mujer, sin las cuales no hubiera dado ese primer paso, que para muchos es algo fácil, liviano o sin mayor importancia, para mí, un cambio en mi personalidad, en mi forma de ser y hasta de pensar.

 

En mi caso estoy hablando de apuntarme a clases de baile, cuando Reyes, Raquel y Estefi se confabularon para captarme en clases de bailes latinos.

La misión no era fácil, por cabezón, por mi falta de ritmo, de oído y mi pudor o vergüenza al ridículo.

 

Estaba yo tan tranquilo haciendo entrenamiento funcional, para coger forma, forma física, porque forma redondeada ya iba teniendo, cuando me dicen que me apunte a bailes, me reí, dije que ni de coña, que le hundiría la clase, el resto de alumnos desaprenderían en vez de avanzar.

 

Al llegar a casa, me dice Reyes, te viene bien, es divertido y así también socializas y aprendes algo, en vez de estar con el ordenador tantas horas, (aparte de hacer cursos en línea, jugaba al Ajedrez, Canasta, Backgammon, Poker, Tute y hasta hacia tonterías y montajes en Photoshop, Power Director, Canva, Power Point, Excel con recopilaciones de datos, crear webs a amigos y algunas mantenerlas actualizadas, hasta publicaba contenido y blogs en mi web).

 

Me convenció y me animé, le costó algunos días, pensé que al menos conocía a Maite, que era compañera de entrenamiento y estaba en latinos, y a Estefi que igual está de profe como de compañera, también me apetecía y puse de excusa que colaboraba con Raquel.

 

Ahora que ya llevo un tiempo intentando aprender, estoy contento con aquella decisión, ese primer paso, empujado o ayudado en su inicio y recuperado tras un abandono en momentos "delicados".

 

Esta semana hemos tenido la actuación por Navidad que realiza la escuela todos los años, en junio está la de fin de curso.

 

Ha sido la primera vez que subí a un escenario a actuar, la otra vez que subí fue a recoger un premio y fue en el instituto, unos 40 años atrás.

 

Estaba con los típicos nervios, que llegado el momento de salir, se olvidan o apartan, ya no hay vuelta atrás.

 

En el escenario se abre el telón y siento la tranquilidad del apoyo de mis compañeros y compañeras, y sigo el consejo de uno de ellos, no te preocupes en hacerlo bien, céntrate en disfrutar y seguro te saldrá bien.

 

No me preocupaba si fallaba un paso, una figura o perdía el ritmo, asunto al que sí le he dado muchas vueltas hasta ese mismo momento.

Salí a disfrutar y que mis compañeros lo pasaran bien.

 

Hubo un pequeño fallo, ningún problema, no somos profesionales, ni tampoco se notó mucho.

 

Acabo la función y parece que el público lo pasó bien, incluso me llegan comentarios de "me estoy pensando apuntarme" lo pasé bien y me gustó la actuación.

 

Como algo tan simple me pudo generar la satisfacción del resultado de ese primer paso.

 

Nuevas experiencias, nuevas metas y como dice Sabina, 

"Que el fin del mundo te pille bailando"

(o disfrutando de lo que te haga más feliz).

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